La angiografía por resonancia magnética (ARM) es una técnica de imagenología médica no invasiva que se utiliza para examinar los vasos sanguíneos del cuerpo. En una ARM, se utiliza un campo magnético y ondas de radio para crear imágenes detalladas de los vasos sanguíneos y la circulación de la sangre.

¿Cómo se hace una resonancia magnética con angiografía?

La resonancia magnética con angiografía es un procedimiento médico que se realiza en un centro de diagnóstico por imágenes. Dicho estudio se realiza en 5 pasos que te los contamos a continuación.

  1. Preparación: En primer lugar deberás quitarte cualquier objeto metálico que lleves, como joyas, piercings, relojes, etc. Además, se te pedirá que te cambies a una bata médica. Si se va a utilizar un agente de contraste, puedes recibir instrucciones específicas sobre lo que tenés que hacer antes del examen, como evitar comer o beber durante unas horas antes del mismo.
  2. Posicionamiento: Luego se te pedirá que te acuestes en una camilla que se desliza hacia dentro del escáner de resonancia magnética. Es importante que permanezcas inmóvil durante el procedimiento para evitar movimientos que puedan interferir con las imágenes.
  3. Inyección del agente de contraste: Si se ha programado una angiografía con contraste, se administra el agente de contraste en forma intravenosa. El contraste ayuda a resaltar los vasos sanguíneos y a mejorar la calidad de las imágenes.
  4. Escaneo: El técnico de resonancia magnética que controla el escáner desde una habitación contigua comenzará a tomar imágenes de los vasos sanguíneos. Es posible que te solicite que contengas la respiración brevemente durante el proceso para obtener imágenes más claras.
  5. Finalización: Una vez que se han tomado todas las imágenes necesarias se te retirará del escáner para que puedas volver a cambiarte de ropa. Por lo general, las personas pueden volver a sus actividades normales de inmediato. Si ese es tu caso, recibirás instrucciones específicas después del examen.

¿Cuánto dura una Angioresonancia?

El tiempo que dura una angioresonancia (ARM) depende del área del cuerpo que se esté evaluando y del tipo de protocolo de imagen utilizado por el radiólogo. Por lo general, una ARM dura entre 30 y 60 minutos, pero puede ser más larga o más corta dependiendo de las circunstancias individuales.

Además, dependerá de si se administra un agente de contraste para mejorar la visualización de los vasos sanguíneos, lo que puede prolongar el tiempo del examen. Además, si se detectan áreas anormales o se necesita una imagen más detallada de un área en particular, es posible que se necesiten imágenes adicionales, lo que también puede prolongar la duración del estudio.

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¿Qué diferencia hay entre una resonancia y una angioresonancia?

Angio Resonancia

La principal diferencia entre una resonancia magnética (RM) y una angioresonancia (ARM) es que la ARM se enfoca específicamente en la visualización de los vasos sanguíneos del cuerpo, mientras que la RM puede utilizarse para visualizar una variedad de tejidos y órganos.

De este modo, la ARM es una técnica especializada de RM que utiliza un agente de contraste para resaltar los vasos sanguíneos y proporcionar imágenes detalladas de la estructura y función de los mismos.

Por otro lado, la RM es una herramienta de diagnóstico útil para una amplia variedad de enfermedades y condiciones, desde trastornos neurológicos hasta lesiones musculoesqueléticas.

En resumen, la ARM es una técnica especializada de RM que se enfoca específicamente en la visualización de los vasos sanguíneos, mientras que la RM puede utilizarse para visualizar una amplia variedad de tejidos y órganos.

¿Qué enfermedades detecta la angiografía?

La angiografía, tanto convencional como por resonancia magnética (ARM), se utiliza para diagnosticar y evaluar una variedad de enfermedades y trastornos relacionados con los vasos sanguíneos. Algunas de las enfermedades que pueden detectarse mediante angiografía incluyen:

  • Estenosis (estrechamiento) de los vasos sanguíneos: La angiografía puede detectar áreas estrechas o bloqueadas en los vasos sanguíneos que pueden limitar o interrumpir el flujo sanguíneo. Esto puede ocurrir en arterias coronarias, carótidas, renales y periféricas, y puede ser causado por una variedad de enfermedades, como aterosclerosis.
  • Aneurismas: Los aneurismas son dilataciones anormales en los vasos sanguíneos que pueden ser detectados mediante angiografía. Los aneurismas pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en la aorta abdominal, el cerebro y la arteria poplítea en la pierna.
  • Malformaciones vasculares: Este estudio puede detectar malformaciones vasculares, que son anomalías congénitas en la estructura de los vasos sanguíneos. Estas malformaciones pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo y pueden afectar la función y el flujo sanguíneo.
  • Trombosis: El examen ARM puede detectar la presencia de coágulos de sangre en los vasos sanguíneos, que pueden obstruir el flujo sanguíneo y causar complicaciones graves.

En general, la angiografía es una herramienta de diagnóstico útil para evaluar las enfermedades y trastornos relacionados con los vasos sanguíneos. Puede proporcionar información valiosa para la planificación del tratamiento y la atención médica.

Si estás por realizarte este estudio, es importante que sigas las instrucciones del radiólogo y del personal médico para prepararte adecuadamente. También te recomendamos llegar a tiempo a la cita programada.

Si tenés preguntas o inquietudes sobre el procedimiento o el tiempo que tomará, no dudes en consultarnos a través de WhatsApp o una llamada telefónica.

En Genea contamos con los mejores especialistas y con equipos tecnológicos de última generación para alcanzar la más alta calidad de imágenes.

Dr. Enrico Casco (MN 134625), médico especialista en diagnóstico por imágenes, Director Médico de Genea Imágenes y Centro Médico y médico de planta del Servicio de Tomografía Computada del Hospital Enrique Tornú. Realizó su especialización en el Hospital Militar Central y actualmente se encuentra cursando la Maestría en Gestión de la Salud de la Universidad de San Andrés.
Enrico Casco