La resonancia magnética es un estudio solicitado por médicos y profesionales de la salud para obtener imágenes del cuerpo humano en detalle, utilizadas para desarrollar un diagnóstico en particular.
Este método sirve para detectar enfermedades, tipos de cáncer, malformaciones, afecciones, lesiones óseas, desgarros musculares, rupturas de ligamentos, entre otras.
Es decir, la resonancia magnética ayuda a conocer en detalle la condición de los tejidos del cuerpo humano, a través de su tecnología por contraste.
Opera de manera no invasiva a través de aparatología que utiliza energía magnética nuclear, la cual estimula los átomos del cuerpo humano creando una reacción. Esta es captada por sus sensores, permitiendo obtener imágenes que se denominan cortes.
Este estudio otorga muchas fotografías del cuerpo humano que los médicos utilizan para dar un diagnóstico con exactitud al paciente. El procedimiento es bastante sencillo, pero requiere una serie de consideraciones a tener en cuenta.
¿Cómo hacerse una resonancia magnética?
El día del estudio, el profesional a cargo controlará que el paciente cumpla los requisitos antes de ingresar a la sala del resonador. También se le explica lo que sucederá a continuación y lo que el individuo experimentará.
Este estudio es indoloro y es probable que, dependiendo del equipamiento utilizado, exista un ruido dentro del mismo. Los profesionales estarán ubicados dentro de la sala de control, supervisando al paciente y obteniendo las imágenes requeridas.
Se ubicará al paciente en la mesa exploratoria, la cual se moverá hacia el interior del resonador. Esto se realiza para que la zona a analizar se sitúe exactamente en el centro geométrico del imán del aparato.
Los interlocutores ubicados dentro de este dispositivo, permiten la comunicación de los operarios con la persona dentro del resonador a través de un sistema de altavoz. Es necesario que el paciente se mantenga inmóvil durante todo el proceso.
Los movimientos dentro de este instrumento médico pueden perjudicar las imágenes a obtener y crear errores, lo que dificultará alcanzar un diagnóstico certero.
La resonancia magnética dura unos 30 minutos aproximadamente (15 minutos por cada región), dependiendo de las áreas a analizar y los preparativos previos y condición de salud del paciente.
¿Cómo funciona una resonancia magnética con contraste?
En muchos casos, este estudio requiere utilizar un medio de contraste, elemento que, como su palabra lo indica, aumenta el contraste entre el tejido sano y el enfermo, y permite observar patologías que no sería posible ver.
Las imágenes de resonancia magnética (IRM) son obtenidas a través de una tecnología que utiliza imanes que producen un campo magnético. Este motiva al cuerpo humano a generar una reacción en particular
Antes de comenzar el estudio, se administra un medio de contraste al paciente, que suele contener el elemento denominado gadolinio, que contribuye con la claridad de las imágenes.
El contraste en una resonancia magnética puede ser administrado por vía endovenosa, antes de comenzar.
Una vez ingresado al resonador, se genera un campo de radiofrecuencia, en los cuales los protones del cuerpo humano se comportan fuera de equilibrio.
Al cesar repentinamente con este estímulo, los sensores del aparato pueden detectar la energía emitida por los protones una vez que vuelven a su estado normal.
Recomendaciones para realizar una resonancia
Previo al estudio, el paciente deberá seguir una serie de pasos indicados por los técnicos en imágenes para garantizar su seguridad y éxito del diagnóstico.
Algunos estudios requieren preparación previa y ayuno mientras que otros no requieren nada en particular.
El paciente deberá presentarse 10 minutos antes del turno, y una vez que se encuentra dentro de las instalaciones, se le pedirá usar una bata y quitarse todo elemento metálico como accesorios o piercings. En el caso de contar con un marcapasos, válvulas o implantes, será necesario notificarlo a los profesionales.
Asimismo, otros de los objetos que deberán extraerse antes de iniciar son:
- Artículos electrónicos, celulares, tablets, gps, computadoras, entre otras.
- Tarjetas con bandas magnéticas o de crédito.
- Audífonos y auriculares.
- Relojes y cronómetros de todo tipo.
- Lápices.
- Ganchos para papel o clips.
- Hebillas, broches y accesorios de pelo.
- Ropa interior que contenga ganchos, aros o hebillas.
- Zapatos, cinturones e indumentaria que contenga cierres, botones y clips.
Antes del comienzo de la resonancia magnética, se otorgará un formulario el cual deberá ser completado por el paciente. El paciente podrá tener un acompañante, quien deberá también deshacerse de todos los objetos indicados antes de ingresar a la sala.
En ciertos casos, especialmente en niños, los acompañantes podrán permanecer al lado del resonador para dar contención y hacer sentir seguro a los pacientes mediante el procedimiento.
En Genea contamos con un un sistema de resonador de última tecnología y un panel de profesionales capacitados para informar y asistir a los pacientes en cualquiera de sus dudas con respecto a éste y otros tipos de estudios de diagnóstico.
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