En este artículo explicaremos en detalle los síntomas clave que pueden indicar la presencia de presión arterial elevada. Reconocer  las señales tempranas  permite tomar medidas preventivas y buscar el tratamiento adecuado a tiempo. 

Además, analizamos cómo estos síntomas pueden variar según cada individuo y qué acciones inmediatas se pueden tomar para abordar este importante aspecto de la salud cardiovascular. En Genea Centro Médico contamos con Monitoreo de presión arterial. Te invitamos a seguir leyendo todos los detalles.

¿Qué es la presión arterial?

La presión arterial alta, también denominada hipertensión, es una enfermedad que afecta a las arterias del cuerpo al alterar el impulso o la fuerza con la que la sangre circula a través de las paredes arteriales. Esta condición refleja la forma e intensidad en la que el corazón bombea la sangre, lo que da lugar a los latidos característicos del sistema cardiovascular.

En el sistema circulatorio humano, la sangre se dirige a la aurícula derecha del corazón, desde la cual es bombeada al ventrículo derecho. Este se encarga de redirigirla hacia los pulmones y otras arterias importantes del organismo.

Esta condición de salud puede causar diferentes problemas como ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca o renal, enfermedad coronaria, dificultades oculares, accidente cerebrovascular y en muchos casos, infartos que conducen a la muerte del paciente.

Existen dos tipos de presión arterial alta, que se relacionan con sus orígenes:

  • Primaria o esencial: es considerada la más común en pacientes, ya que su aparición se da con el envejecimiento, debido al deterioro o fallas naturales en el funcionamiento del corazón.
  • Secundaria: sus causas se relacionan con otras condiciones de salud preexistentes o bien la utilización de ciertos medicamentos.

De esta manera, la presión arterial es vital para la salud de una persona y la calidad de cada uno de sus órganos. Controlar cómo funciona es una forma de prevenir incidentes cardíacos o enfermedades crónicas.

Valores de la hipertensión

La presión arterial se mide a través de un tensiómetro, el cual brindará dos números importantes.

La primera cifra se denomina presión arterial sistólica, que se refiere a la presión provocada cuando el corazón se contrae y expulsa la sangre hacia afuera.

El segundo número contempla a la presión arterial diastólica, que simboliza la presión que genera el corazón cuando se mantiene relajado y se llena de sangre.

Los parámetros de la presión arterial general utilizados en adultos son:

  • Presión Normal: presión arterial sistólica: menor de 120 y presión arterial diastólica menor de 80.
  • Presión arterial alta en pacientes que no poseen antecedentes cardíacos: presión arterial sistólica 140 o mayor y presión arterial diastólica 90 o mayor.
  • Presión arterial alta en pacientes con factores de riesgo cardíaco: presión arterial sistólica 130 o mayor y presión arterial diastólica 80 o mayor.
  • Presión arterial peligrosamente alta: presión arterial sistólica 180 o mayor y presión arterial diastólica 120 o mayor.

Si un individuo posee la última categoría, debe dirigirse inmediatamente a un centro de salud.

Síntomas de Presión Arterial

¿Cuáles son los síntomas de la presión arterial?

La presión arterial alta generalmente no se manifiesta con síntomas evidentes, pero es importante estar atento a ciertos indicios que pueden requerir atención médica.

Algunos de estos signos incluyen:

  • Sangrado nasal.
  • Dolores de cabeza crónicos.
  • Dificultad para respirar.

Se recomienda especialmente buscar asesoramiento médico si existe historial familiar de enfermedades cardíacas, ataques al corazón o hipertensión. Estas consultas preventivas pueden ayudar a evitar complicaciones futuras o a detectar posibles condiciones de manera temprana, incluso en ausencia de síntomas perceptibles.

¿Cuáles son las causas de la presión arterial?

La presión arterial alta puede tener diversas causas, incluyendo factores genéticos y otros elementos que pueden desencadenar o indicar un riesgo de hipertensión:

  • Sobrepeso: El exceso de peso puede aumentar la presión arterial al hacer que el corazón trabaje más.
  • Avance en la edad: Con la edad, los vasos sanguíneos tienden a volverse menos flexibles, contribuyendo a la hipertensión.
  • Niveles elevados de estrés: El estrés crónico puede elevar la presión arterial a corto y largo plazo.
  • Insuficiente descanso y fatiga: La falta de sueño adecuado y la fatiga crónica pueden afectar la presión arterial.
  • Consumo regular de alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede aumentar la presión arterial.
  • Alta ingesta de sal y sodio: Una dieta rica en sal puede provocar retención de líquidos y elevar la presión arterial.
  • Enfermedad renal crónica: Problemas renales crónicos pueden influir en la regulación de la presión arterial.
  • Problemas en las glándulas suprarrenales: Trastornos en estas glándulas pueden afectar la producción hormonal relacionada con la presión arterial.
  • Embarazo o preeclampsia: Durante el embarazo, estas condiciones pueden desencadenar un aumento repentino de la presión arterial.
  • Desórdenes hormonales: Desequilibrios hormonales pueden contribuir a la hipertensión.
  • Apnea obstructiva del sueño: Este trastorno respiratorio puede estar asociado con la presión arterial alta debido a problemas respiratorios durante el sueño.

Es esencial considerar estos factores tanto como posibles desencadenantes como señales de advertencia para abordar adecuadamente la hipertensión.

¿Cómo tratar la presión arterial alta?

Modificamos tanto el título como el contenido en esta sección:

Controlar la presión arterial alta implica una combinación de cambios en el estilo de vida y, en muchos casos, el uso de medicamentos. Estas son  algunas estrategias efectivas para manejar la presión arterial:

  • Dieta saludable: Priorizar alimentos como frutas, verduras, granos integrales y lácteos bajos en grasa. Incrementa tu ingesta de potasio y reduce el consumo de grasas saturadas y sodio.
  • Peso saludable: Mantener un peso adecuado puede ayudar a reducir la presión arterial. Incluso una pérdida de peso modesta puede marcar la diferencia.
  • Ejercicio regular: El ejercicio físico es fundamental para controlar la presión arterial. Intentá realizar actividades físicas de forma regular.
  • Limitar el consumo de alcohol y no fumar: Reducir la ingesta de alcohol y abstenerse de fumar son medidas clave para mantener la presión arterial bajo control.
  • Manejo del estrés y descanso adecuado: Practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda, y garantizar un buen descanso son importantes para controlar el estrés y mejorar la presión arterial.
  • Chequeos regulares: Realizar chequeos médicos periódicos es crucial para monitorear la presión arterial y detectar cualquier cambio a tiempo.

Además de estos cambios en el estilo de vida, es posible que se requiera el uso de medicamentos recetados por un profesional de la salud para mantener la presión arterial en niveles seguros. Es recomendable combinar las modificaciones en el estilo de vida con el tratamiento médico para un control efectivo de la presión arterial alta. En Genea, nuestro equipo de cardiología está disponible para responder tus preguntas y brindarte el apoyo necesario en el manejo de la presión arterial.

Dr. Enrico Casco (MN 134625), médico especialista en diagnóstico por imágenes, Director Médico de Genea Imágenes y Centro Médico y médico de planta del Servicio de Tomografía Computada del Hospital Enrique Tornú. Realizó su especialización en el Hospital Militar Central y actualmente se encuentra cursando la Maestría en Gestión de la Salud de la Universidad de San Andrés.
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