Si tenés que hacerte un examen de diagnóstico por imágenes y estás entre una ecografía de mama y una mamografía pero no sabés cuál es el estudio más adecuado, no te preocupes. En este artículo te explicamos en qué consiste cada uno de estos estudios y cuáles son sus principales diferencias para que tengas una referencia experta al momento de decidir.
¿Qué es una ecografía de mama?
ecografía de mama es un examen de diagnóstico por imágenes que utiliza ondas de ultrasonido para crear imágenes detalladas de los tejidos y estructuras dentro de la mama.
Durante el examen, se aplica un gel a base de agua en la piel de la mama y se mueve un transductor manual sobre la superficie de la piel, lo que produce ondas sonoras que penetran en la mama y rebotan en los tejidos para crear imágenes en una pantalla de visualización.
La ecografía de mama tiene distintas categorizaciones de resultados numerados del 0 al 6 y conocidos con el término BI-RADS. Se trata de un acrónimo de Breast Imaging Reporting and Data System (Sistema de informes y datos de imágenes mamarias), que se utiliza para estandarizar la terminología e interpretación de los resultados de los exámenes de imagen de los senos.
¿Qué es una mamografía?
Una mamografía es un estudio de diagnóstico por imágenes que utiliza rayos X de baja dosis para producir imágenes detalladas de los tejidos mamarios. Durante el examen, la mama se coloca entre dos placas y se comprime brevemente para obtener imágenes de alta calidad.
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¿Cuándo se debe realizar una mamografía?
Es recomendable que las mujeres mayores de 40 años se realicen una mamografía de forma regular, especialmente aquellas con antecedentes familiares de cáncer de mama o que presenten síntomas como bultos o cambios en la apariencia o sensibilidad de los senos.
¿A qué edad se hace la ecografía de mama?
No hay una respuesta única a la pregunta de a qué edad se debe realizar la ecografía de mama, ya que esto puede variar según las recomendaciones específicas del país o la organización de salud, así como según los factores de riesgo individuales de cada persona.
En general, la ecografía de mama se puede recomendar para mujeres de cualquier edad que presenten una masa palpable o una anormalidad en el examen clínico de los senos, o para complementar los resultados de una mamografía. Además, este estudio se puede realizar en mujeres jóvenes con alto riesgo de cáncer de mama debido a antecedentes familiares, mutaciones genéticas u otros factores de riesgo.
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Principales características y diferencias
En primer lugar, repasamos brevemente cuales son los puntos en común entre la ecografía de mama y la mamografía.
- Ambos estudios se utilizan para detectar la presencia de quistes, masas, nódulos, tumores y otros cambios anormales en los tejidos mamarios.
- Tanto la ecografía de mama como la mamografía se consideran una herramienta importante en la detección temprana del cáncer de mama.
Veamos ahora algunas de sus principales diferencias:
- La mamografía es un estudio que tiene exposición a la radiación, mientras que la ecografía de mama utiliza ultrasonido.
- La ecografía resulta útil para analizar bultos detectados previamente mediante la palpación, mientras que la mamografía puede detectar bultos más pequeños que no llegan a descubrirse mediante el tacto.
¿Qué es mejor una ecografía de mama o una mamografía?
Tanto la ecografía de mama como la mamografía son pruebas útiles para evaluar los tejidos mamarios y detectar anomalías, pero cada examen tiene sus propias ventajas y limitaciones, y la elección del examen más adecuado depende de la situación individual de cada paciente.
La mamografía es una prueba de detección comúnmente utilizada para examinar los tejidos mamarios en busca de signos de cáncer de mama. Es una prueba de bajo costo, rápida y fácil de realizar, y puede detectar tumores en una etapa temprana cuando son más fáciles de tratar. Sin embargo, la mamografía tiene algunas limitaciones, como la exposición a la radiación y la posibilidad de obtener resultados falsos positivos o falsos negativos.
Al utilizar ondas de ultrasonido, la ecografía es una prueba que no implica radiación. No es invasiva y no causa dolores ni molestias. Sin embargo, la ecografía de mama tiene algunas limitaciones, como su capacidad limitada para detectar pequeños tumores o tumores en ciertas áreas de la mama.
En general, ambos exámenes son complementarios y se utilizan juntos para obtener una evaluación completa de los tejidos mamarios. La elección del examen más adecuado dependerá de la situación individual de cada paciente, y el médico puede recomendar una prueba en particular basada en la edad, los antecedentes familiares, la densidad mamaria y otros factores de riesgo.
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