La artritis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que afecta a millones de personas en todo el mundo. Caracterizada por la inflamación y el deterioro progresivo de los tejidos articulares, esta condición puede generar dolor crónico, rigidez y, en muchos casos, discapacidad. Su impacto no sólo se limita a la salud física, sino también afecta el bienestar emocional y la calidad de vida de quienes la padecen.

¿Qué es la artritis?

La artritis es una afección médica que se caracteriza por la inflamación de una o más articulaciones. Este término abarca más de 100 tipos de enfermedades reumáticas, siendo las más comunes la osteoartritis y la artritis reumatoide. Sus principales manifestaciones incluyen dolor, hinchazón, rigidez y limitación en la movilidad articular. A medida que avanza, la artritis puede dañar los tejidos circundantes y, en casos graves, provocar deformidades articulares permanentes.

Tipos de artritis

Existen numerosos tipos de artritis, cada uno con causas y características específicas. Los más frecuentes incluyen:

  1. Osteoartritis: También conocida como “artritis por desgaste”, es el tipo más común y ocurre cuando el cartílago que protege las articulaciones se deteriora con el tiempo.
  2. Artritis reumatoide: Es una enfermedad autoinmune en la cual el sistema inmunitario ataca el revestimiento de las articulaciones, causando inflamación crónica y daño progresivo.
  3. Artritis psoriásica: Asociada con la psoriasis, esta forma de artritis provoca inflamación en las articulaciones y, en ocasiones, en los tendones y ligamentos.
  4. Gota: Causada por la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones, genera episodios de dolor intenso y enrojecimiento.
  5. Artritis juvenil idiopática: Afecta a niños y adolescentes, y su causa exacta aún no se conoce. Puede implicar inflamación crónica y afectar el desarrollo.
  6. Artritis reactiva: Se desarrolla como reacción a una infección en otra parte del cuerpo, como el aparato urinario o el intestinal.
  7. Espondilitis anquilosante: Afecta principalmente la columna vertebral, causando inflamación de las vértebras y, en casos severos, fusiones óseas.

Tipos de Artritis - Genea Centro Médico

Causas de la artritis

La artritis no es una enfermedad única, sino un término que abarca más de 100 tipos diferentes de trastornos articulares. Las causas pueden variar según el tipo de artritis, pero en general incluyen los siguientes factores:

  1. Predisposición genética: Algunos tipos, como la artritis reumatoide, están vinculados a antecedentes familiares, lo que sugiere una componente genética.
  2. Desgaste por uso: La osteoartritis, el tipo más común, ocurre debido al desgaste del cartílago articular con el tiempo.
  3. Respuesta autoinmunitaria: En la artritis reumatoide, el sistema inmunitario ataca los tejidos de las articulaciones, generando inflamación y daño.
  4. Infecciones: Algunas infecciones bacterianas o virales pueden desencadenar artritis reactiva.
  5. Factores ambientales y de estilo de vida: Lesiones previas, obesidad, tabaquismo y trabajos que implican esfuerzo repetitivo pueden aumentar el riesgo de desarrollar artritis.

Síntomas principales

Los síntomas de la artritis varían según su tipo y gravedad, pero los más comunes incluyen:

  • Dolor articular: Suele ser el primer síntoma y puede variar de leve a severo.
  • Rigidez: Especialmente notable al despertar o después de períodos de inactividad.
  • Inflamación: Las articulaciones afectadas pueden hincharse, estar calientes al tacto y enrojecerse.
  • Reducción de la movilidad: La capacidad de mover las articulaciones puede verse limitada debido al dolor o la rigidez.
  • Deformidades articulares: En casos avanzados, especialmente de artritis reumatoide, las articulaciones pueden cambiar de forma.

Diagnóstico

El diagnóstico de la artritis requiere un enfoque multidisciplinario que incluye:

  • Historia clínica y examen físico: Para evaluar los síntomas, antecedentes familiares y patrones de dolor.
  • Pruebas de laboratorio: Análisis de sangre para detectar inflamación, autoanticuerpos o infecciones.
  • Estudios de imagen: Radiografías, resonancia magnética o ecografías ayudan a evaluar el daño en las articulaciones.

Tratamiento

El tratamiento de la artritis depende del tipo y la severidad de la enfermedad. Aunque no existe una cura definitiva, los tratamientos buscan aliviar los síntomas, mejorar la función articular y prevenir daños adicionales. Entre las opciones más comunes se encuentran:

  1. Medicación:
    • Analgésicos: Como el paracetamol, para aliviar el dolor.
    • Antiinflamatorios no esteroides (AINEs): Para reducir inflamación y dolor.
    • Fármacos modificadores de la enfermedad (FAMEs): Utilizados especialmente en la artritis reumatoide para controlar la actividad de la enfermedad.
    • Corticoesteroides: Para inflamaciones graves, aunque su uso prolongado debe ser evitado por los efectos secundarios.
  2. Terapias físicas:
    • La fisioterapia ayuda a mejorar la movilidad y la fuerza de las articulaciones afectadas.
    • Terapias ocupacionales pueden enseñar técnicas para reducir el esfuerzo en actividades diarias.
  3. Cambios en el estilo de vida:
    • Mantener un peso saludable reduce la carga sobre las articulaciones.
    • Una dieta equilibrada rica en ácidos grasos omega-3, antioxidantes y nutrientes puede contribuir a reducir la inflamación.
    • Ejercicios de bajo impacto, como natación o yoga, ayudan a mantener la movilidad.
  4. Tratamientos quirúrgicos:
    • En casos severos, puede ser necesaria la cirugía para reemplazar articulaciones dañadas, como en las artroplastias de cadera o rodilla.
  5. Medicina complementaria:
    • Algunas personas encuentran alivio con terapias alternativas, como acupuntura, masajes o suplementos naturales, aunque siempre deben consultarse con un profesional.

Prevención y manejo

Si bien no siempre es posible prevenir la artritis, ciertas medidas pueden reducir el riesgo o retrasar su aparición:

  • Evitar lesiones deportivas o laborales mediante el uso de equipo protector y una técnica adecuada.
  • Mantener un peso adecuado para evitar sobrecarga en las articulaciones.
  • Realizar actividad física regularmente para fortalecer los músculos que sostienen las articulaciones.
  • Acudir al médico ante los primeros síntomas para un diagnóstico precoz y tratamiento oportuno.

Conclusión

La artritis representa un desafío significativo para quienes la padecen, pero con un diagnóstico temprano y un manejo adecuado, es posible mejorar la calidad de vida y reducir su impacto. Consultar a profesionales de la salud, mantener hábitos saludables y seguir un tratamiento personalizado son pasos esenciales para enfrentar esta enfermedad de manera efectiva.

Dr. Enrico Casco (MN 134625), médico especialista en diagnóstico por imágenes, Director Médico de Genea Imágenes y Centro Médico y médico de planta del Servicio de Tomografía Computada del Hospital Enrique Tornú. Realizó su especialización en el Hospital Militar Central y actualmente se encuentra cursando la Maestría en Gestión de la Salud de la Universidad de San Andrés.
Enrico Casco