La flebología es una rama de la medicina vascular. Es una especialidad que estudia la anatomía y fisiología de las venas superficiales y profundas del cuerpo, específicamente de las piernas. Se ocupa del diagnóstico y tratamiento de las patologías venosas que pueden producir várices y hemorroides.

Además, la flebología también se encarga de la prevención de enfermedades que pueden desencadenarse como consecuencia de estas dos. Con frecuencia los pacientes pueden presentar flebotrombosis, tromboflebitis y úlceras varicosas que aparecen con dolor, lesiones, sangrado e hinchazón. Todo esto hasta puede derivar en internaciones.

Aunque la flebología ha sido practicada desde la antigüedad, a mediados del siglo XX se desarrollaron algunos tratamientos que posicionan a esta rama de la medicina en un lugar de mayor protagonismo. Específicamente en los últimos 20 años, la flebología creció por el descubrimiento de nuevas y mejores técnicas de diagnóstico que permitieron obtener una mejor imagen de la vena y los flujos que circulan dentro de ella; también por la implementación de tratamientos innovadores.

¿De qué se ocupa un flebólogo? 

El flebólogo es el médico que se ocupa del diagnóstico y tratamiento de trastornos específicos de las venas de las piernas.

Cuando el paciente detecta problemas relacionados a la circulación o ve en sus piernas venas varicosas, es decir retorcidas y agrandadas, debe consultar al especialista para que realice un examen flebológico.

Una vez en el consultorio, el flebólogo evaluará si el trastorno es solamente estético o si corresponde a un problema más grave. Para esto pueden solicitarse una serie de estudios de carácter no invasivo con lo que el médico indicará el tratamiento más adecuado.

Flebología y cirugía vascular

Una vez realizada la consulta con el flebólogo, que se ocupa de las piernas y de las enfermedades venosas que afectan a estas, el cirujano vascular trabaja con todo el sistema de venas y arterias y entre sus facultades incluye distintos tipos de cirugías como la recolección de venas, bypass arterial, cirugía de arteria carótida, injerto de venas y arterias, angioplastia, entre otras intervenciones.

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¿Qué es la Flebología?

Síntomas para saber cuándo hay que consultar al flebólogo

Las várices parecen algo simple, pero no deben ser desestimadas. Ante la duda es bueno recurrir a un especialista para practicar los chequeos necesarios.

Algunos de los síntomas que puede observar un paciente para saber si debe consultar a un flebólogo para prevención, diagnóstico o tratamiento de sus várices son los siguientes:

  • Sensación de cansancio en las piernas
  • Sensación de pesadez en las piernas
  • Sensación de calor
  • Calambres
  • Cosquilleo
  • Hinchazón de tobillos
  • Dolor de piernas
  • Aparición de várices o venas superficiales hinchadas o dilatadas
  • Escozor

Factores de riesgo importantes para la Flebología

Las patologías venosas como las várices se originan por problemas de circulación sanguínea que pueden generar una dilatación excesiva de las venas. Las mujeres son más propensas a sufrir este padecimiento, que no es solo estético.

Lo ideal para cuidar la salud es, además de consultar a un flebólogo, llevar una vida saludable capaz de reducir los factores de riesgo.

El sedentarismo, la ropa demasiado ajustada, exponerse a altas temperaturas, permanecer mucho tiempo de pie, la obesidad y el tabaquismo son algunos de los agentes que aumentan las posibilidades de que una persona padezca alguna patología venosa.

Varicosidad

Una de las principales enfermedades que atienden los flebólogos es la varicosidad, que corresponde a venas hinchadas y retorcidas que pueden verse por debajo de la piel.

Aunque por lo general ocurren en las piernas, las hemorroides también son un tipo de vena varicosa.

Las venas tienen válvulas cuya función es sostener el correcto flujo sanguíneo; si éstas se dañan o están débiles, la sangre puede detenerse y acumularse lo que genera hinchazón y várices.

Algunas posibilidades para prevenir la varicosidad o lograr que no empeore son hacer ejercicio, mantener el peso adecuado según la altura e historia clínica de cada paciente, elevar las piernas para descansar, evitar cruzar los miembros inferiores al sentarse. También ayuda el uso de ropa suelta y evitar permanecer largos períodos de pie.

Varicorragia, cuando las várices sangran

En algunos casos las várices pueden sangrar. Esto se llama varicorragia y puede generarse por un traumatismo o por un episodio de debilidad de la pared varicosa cuando ésta se vuelve completamente fina.

A partir de esa herida o rotura se genera una hemorragia que, según su intensidad, afectará más o menos al diagnóstico general del paciente.

Tratamientos para las várices

Aunque en algunos casos el flebólogo puede sugerir una intervención quirúrgica, hay otros tratamientos posibles. Algunos de ellos son con administración de medicamentos por vía oral denominados venotónicos. Se trata de drogas que ayudan a la pared venosa a poder cumplir con su función de contención. Aunque está probado que mejoran el estado general del paciente, no pueden curar la enfermedad. Son solo una herramienta de apoyo en el tratamiento.

Siempre que se suministre un venotónico será con la prescripción del flebólogo y el previo diagnóstico vía evaluación y estudios.

Otro tratamiento utilizado es el de las medias de compresión. Se trata de un elemento que ejerce presión externa en las extremidades inferiores para mejorar el retorno de la sangre hacia el corazón. Este tratamiento se utiliza desde hace muchos años y ha dado evidencia de sus beneficios. Disminuye el dolor y el cansancio. Existen de diferentes compresiones y tamaños por lo cual debe ser recetado por el flebólogo.

Flebología en Genea

El Centro Médico Genea contamos con la especialidad de flebología. Te invitamos a reservar un turno para conocer nuestras instalaciones y a consultar con el especialista.